¿Tu edificio necesita una reforma de fachada? ¡Piénsalo!

Las causas del deterioro de una fachada son diversas: la intemperie, el contacto directo con los fenómenos meteorológicos como la lluvia, la nieve o el hielo, el uso incorrecto de los materiales utilizados o la falta de intervenciones de mantenimiento.

El consejo es intervenir inmediatamente y no posponer la rehabilitación de las fachadas una vez identificados los problemas

La fachada es la “carta de presentación” de tu hogar, para lograr que el inmueble esté siempre impoluto y seguro, su mantenimiento es muy importante realizarlo a lo largo de los años. En particular, las señales de deterioro más claras están representadas por:

• Desprendimiento del yeso
• Elementos decorativos con riesgo de derrumbe
• Balcones deteriorados
• Pintura desteñida

¡El consejo que le damos es que intervenga con rapidez porque la rehabiliación de las fachadas no solo tiene una función estética! Reformar la fachada, de hecho, aumenta el valor económico del edificio y también afecta su rendimiento energético (reduciendo el intercambio de calor interno-externo, de hecho, incluso disminuye el costo de la calefacción).

Rapidez: Las fachadas deterioradas o dañadas representan un riesgo potencial para la seguridad pública. Pueden desprenderse elementos que podrían caer y causar lesiones a peatones o residentes cercanos. Una reforma rápida puede eliminar estos riesgos y garantizar la seguridad de las personas. Cuanto más tiempo se deje deteriorar una fachada, mayor será el daño acumulado. Los elementos estructurales y decorativos pueden debilitarse con el tiempo debido a la exposición a los elementos, como el sol, la lluvia, la humedad y la contaminación. La restauración temprana puede evitar que el daño se agrave, reduciendo así los costos de reparación a largo plazo.

Aumentar el valor económico del edificio: Al mejorar y modernizar la estructura, sus sistemas y su apariencia, se pueden lograr diversos beneficios que contribuyen a un aumento en el valor del inmueble. La rehabilitación bien planificada y ejecutada mejora la funcionalidad, la eficiencia, el atractivo estético y la conformidad normativa del edificio. Todos estos factores contribuyen a aumentar su valor económico y hacerlo más competitivo en el mercado inmobiliario. Además, una rehabilitación puede proteger la inversión a largo plazo al garantizar que el edificio esté en buenas condiciones y siga siendo atractivo para los compradores o inquilinos durante muchos años.

Aumentar el rendimiento energético: Al reformar una fachada se mejora significativamente el rendimiento energético del edificio. La fachada es la primera barrera entre el interior del edificio y el entorno exterior, y su estado y diseño pueden tener un impacto significativo en el consumo de energía. Al realizar una rehabilitación de fachada, se pueden implementar diversas medidas que contribuyen a mejorar la eficiencia energética. En conclusión, una reforma de fachada bien planificada y orientada a mejorar la energética puede reducir significativamente el consumo de energía del edificio, lo que se traduce en un ahorro económico a largo plazo y una menor huella de carbono. Además de los beneficios económicos, contribuye a la sostenibilidad ambiental y a una mayor comodidad y bienestar para los ocupantes del edificio.

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